A la última · Dentro de ti hay una estrella

Y, si lo deseas, puede brillar a ritmo de rock, pop y clásicos de la música disco en el "karaoke indie" más delirante y de culto del que haya noticia.

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Texto y fotos: Mónica Escudero Coordinación: Rafa Rodriguez 

Suena uno de los riffs de guitarra más conocidos de la Historia. Arriba, sobre la tarima, humo y dos chicos con pelo largo que se desmelenan guitarra (hinchable) en mano; abajo, en la platea o a pie de pista, un público de lo más entregado que grita y hace coros como si le fuera la vida en ello. Podría ser Glastonbury, Woodstock o el misimísimo FIB y los protagonistas, Nirvana o Guns N'Roses. pero, en realidad, semejante escena está pasando en el Sidecar (Barcelona) o en El Sol (Madrid) y los entregados cantantes pueden ser cualesquiera de los allí presentes, incluidos ustedes.

Bienvenidos al Anti-Karaoke, una invención fruto de la atribulada mente de Rachel Arieff, que es lo que se conoce como "una mujer de armas tomar"(sic): físico imponente, look desquiciante -- "casi siempre armado con piezas compradas en tiendas de putas y travestis" afirma tan pancha -- y presencia escénica apabullante capaz de llenar hasta el espacio más desnudo. Arieff aún se autodefine como "una cómica de los EEUU que vive en España, una inmigrante que hace un espectáculo de comedia", claro que el mundo ya sabe tiempo ha que es mucho más que eso gracias a su karaoke versión indie. "Se me ocurrió montarlo porque, en este país, los karaokes son muy aburridos. Yo quería uno teatral, donde la gente pudiera cantar canciones internacionales de rock y pop y perder los papeles sin ser castigada por ello." Dicho de otro modo: el show por el show. "Hay personas que no cantan bien, pero resultan grandes performers. Y aquí lo más importante es la frescura y la interacción con el público." Ni que decir tiene que cada velada AK es un cúmulo de anécdotas a cual más disparatada, como la de esa pareja que iba a casarse al día siguiente y le faltó tiempo para echarse al escenario a entonar el Somebody to Love de Queen. "Me emocionó muchísimo", recuerda Arieff que, amén de cantar, ejerce como maestra de ceremonias: memorable el momento en que riega a sus sedientos discípulos con una botella de bourbon.Desgañitarse a "jitazos"

Del New York, New York de Sinatra al Ring of Fire de Johnny Cash, paasando por ese fin de fiesta en el que se ha convertido el Kids in America de Kim Wilde (Rachel suele atravesar entonces la sala en volandas, llevada por su enregasísimo público), la selección de jitazos está formada por clásicos de sobra conocidos, "porque así nadie se queda fuera de juego y, si tengo la garganta jodida, les paso el micro y descanso un poco", continúa la MC. Pelucas, boas de plumas, sombreros y otros complementos ad hoc para todos. Eso sí, no se piensen que se trata sólo de estrellas amateur: a no pocos profesionales, de paso por Barcelona o Madrid con sus giras, les encanta dejarse ver en AK. "Hace poco vino el líder de Royal Crown Revue, Eddie Nichols, y se animó con Ring of Fire. Y es posible que en breve aparezca Sebastian Bach, de Skidrow -- anuncia Rachel--. Más de uno se ha acojonado viendo el nivel de los participantes". y ahora que ha extendido su delirante emporio a la capital, ¿qué sueño le queda por cumplir en España a Miss Arieff? "Hacer mi show de comedia, Cómo ser feliz todo el tiempo, también en Madrid con regularidad. Eso sería la hostia". Pues amén.